A mamá le amputaron la pierna izquierda. A la altura de la rodilla. Demasiado azúcar. Eso entendí. Una hora después de la cirugía, la doctora nos convocó en su despacho. Sin comentario alguno se nos hizo entrega de la piernita de mamá, envuelta en papel de seda, y acomodada en una caja de zapatos negra. Muy propia.
Salimos del hospital en silencio con aquel ataúd de cartón y la extremidad inerme cada vez más fría. La enterramos en el valle.
Mientras, en un pasillo del hospital, mamá soñaba con su pie descalzo.
Cuando despertó, metió la cabeza bajo las sábanas y descubrió la ausencia. Sólo entonces la tierra tembló de veras. Mamá, a patadas, se defendía del expolio. De la burla.
Nunca tuvo zapatos.
Aunque no es muy bonito buscar la torta en las cantinas esquineras, no hay como los hotelotes donde hasta da orgullo la laborada, da gusto que te paguen con los verdes. No siempre es así, a veces se topa uno con cada cosa, que hay que ver… y me vale que cuando me ofrezca piensen; pues éste no es vieja pero qué ganas le hecha. Finalmente siempre terminan aceptando.
Sagrario Callejas
Me decidí a hablarle mientras leía en el camión. Yo estaba sentada tres butacas atrás de él, nos separaban una señora mayor, un obeso señor acompañado de una anoréxica mujer y un jovencito, así que le hice llegar a través de los personajes una anotación que decía; Si quieres asistir a un círculo de lectores, háblame al 2281499026. Como era mi ultima parada cuando lo recibió me bajé del bus, me quedé con la duda de qué haría, supuse que levantaría la ceja en gesto de duda, luego se mordería el labio dudando aún más y finalmente voltearía a buscar al escritor del recado y al no encontrarlo se asomaría por la ventana para saber quién fue. Cuando alcé la vista ahí estaba, mirándome. A los tres días recibí la llamada de un número desconocido; No, yo no voy a ningún círculo de lectores, respondí.
Sagrario Callejas
AlondrasGolondrinasCalandriasOropéndolasMirlosRuiseñoresNecta rinasPicafloresCanariosArpíasGorrionesCapuchinosFrancolinesCardena lesCyranosTortolosMartínpescadoresCarpinterosJilguerosCabeciamarillosTres piésGuacamayasLorosGallinetasRasconesAguanievesCucusArgosBuítresPavas TerrerasCenzontlesLechuzasPigargosAurasBúhosPavorealesPetirrojosSa cristanesAlcaravánesCuervosCornejasUrracasMalvasíasPicamaderosChorlitosEs torninosCornirrostrosPinzonesTordosGansosBambusicólasPintadasCisnesLori tosAlcaravanesSerretasZopilotesSilbonesRasconcillosÁguilasHalconesPicolorosMi lanosAvetorillosPatosCalafatesZorzalesTricoloresVerderonesCojugadasRe yezuelosLlanerosGrullasAvesolesGaviotasRayadoresPicovainasPicoterrazasJaribús CollalbasPechiazulesAlcazolasTorcecuellosPicatroncosCucaburrasErmitaños ZafirosEsmeraldasSilfosTijeretasLechuzonesCorrecaminosPapagayosAratingas CotorrasAvetigresInseparablesPericosLorosQuebrantahuesosPalomosZenaidasTi ñosasTreparriscosTántalosMarinetesAvetorosPingüinosPelícanosTucanesAlbatros
Flamingos
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Fernando Zavaleta Bustos
Iván Flores
Fernando Zavaleta Bustos
Eva Mondragon
Monarca frágil busca una agencia de viajes intercontinentales. Se interesa en temporada en oyamel sin tiempos compartidos con vista al mar.
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aunque ilustración pequeña
se distingue con aceptable calidad el
[ tiburón tigre ]
ahora que lo que se mira no es el pez,
tras el vidrio y el acero flota en cinco por ciento de formaldehido
la idea
[ imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo ]
vidrio y acero, corchetes, pensamiento cartilaginoso, whatever
*Dato del libro Animal que me regaló mi padre, pág. 466:
“los tiburones carecen de vejiga natatoria…
Muchos necesitan nadar constantemente
para hacer que el agua entre por las branquias”
[ posibilidad física de la muerte en la mente de alguien –yo– vivo ]
en fin, los dédalos del arte conceptual
Mejor voy a pensar en ti, amor, de modo que tu cuerpo vivo
sea una posibilidad en el espacio
De aecrdo con un spuuesto etsuido ceitnifíco raeilazdo en una uvnersiidad igsnlsea, no ipmrota el odren en que las ltreas de una plraaba etsén ecstriats, mietnras la pimrrea y la úmtlia ltrea cnoserevn su odren hbaitaul. Hpitóeiss: si es vredad que no smoos orta csoa snio sgions trzaods en el mar, grfaía emfíera en algnua pgáina del timepo, es psoilbe –y qiuzá hatsa epseranazdor– que tdoo etse coas que smoos tnega un míimno sneitdo, sbaiedno que nuertso pirpnciio y fnial ya etsán ddaos
Sentía que tenía tanta suerte, tanta, tanta, que de la emoción apretó el gatillo creyendo que a él no le pasaría nada.
Wendy Cadena
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