31/12/09

Y ABRIENDO LOS BRAZOS DIJO;



Hermano mío que estás en la tierra,
santificado sea tu nombre
Ruego a mi padre que haga tuyo su reino
y que su voluntad sea tu bienestar
aquí en la tierra como en el cielo.
Deseo de todo corazón
que ya no te roben el pan nuestro de cada día
y pido perdón para los que te han ofendido,
para los que te han reprimido a nombre de mi padre.
Espero que no caigas en la misma tentación
y estés libre de todo mal, desde ahora y siempre.
Amén
















Isauro Chávez

1 comentarios:

Professor dijo...

Magnifico. Gostei muito de ler este poema. Muito obrigado por o haveres escrito. Vou fazer referência e transcrevê-lo mo meu blogue. Até breve.