14/12/09

LA CASA SONORA



Pedimos permiso al cerro o más bien perdón, por haber ocupado su espacio, y después cantamos y la voz se volvió campanadas; el sonido pobló todo, los címbalos conquistaron cada esquina acompañados con incienso velas y agua; con el recorrido del diapasón por las habitaciones culminamos la iniciación a una nueva etapa. Dimos la bienvenida a las nuevas energías del cosmos.
Los vecinos incrédulos se preguntan ¿qué clase de secta será ésta que viene a poblar el vecindario?









Colibrí de Caranalio

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