14/10/09

...ESOS OJOS,

habían estado muy cerca de los suyos
mirándolo.
...esos labios
habían rosado su mentón y sus mejillas
recién afeitadas
...ese cuerpo delgado
de piel de niña
había dejado su calor varias veces sobre el suyo,
en esas tardes de lluvia sentada en sus rodillas.
¡Cuántos sueños! ¡cuántos recuerdos!
Que se diluían con el crujir del microbús
sobre el empedrado
y ese letrero detestable.
“Niños mayores de tres años pagan pasaje,
aún sentados en las rodillas”
¿Y las niñas?










Isauro Chávez

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