5/8/09

ESTACIONES



Fue Amaranta la que estiró el cuello y lo besó. La hojarasca es desde entonces pretexto para querer besarlo. Los parques son contextos peligrosos para la discreción amorosa. Los cuellos se estiran y contorsionan. No hace falta decir que el subtexto de todo esto es al amor que se tienen y que todo lo canalizan a través de sus bocas. Amaranta se pone triste cuando no es otoño, en primavera no caen sus besos sobre él, y el verano es su invierno. Cuando todo es dorado, reverdece éste y todos sus textos.









Eva Mondragón

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito Eva :)
LM