5/8/09

RITUALES



Cuando tengo una ruptura amorosa me baño. Llego a casa después de haber pasado a comprar buenos vinos que dispongo bajo la tina y mi única, sin par, copa de cristal fino, ya reservada para estas ocasiones. Me desnudo, y le hecho la culpa a mi figura cuando la pesco en el espejo. Me meto cual larga soy y espero paciente como el agua tibia, gota a gota, se me escurre y va llenando y volviéndose fría y pulsante en la porcelana blanca. Nunca me ahogo. Nunca me enjabono, sólo acabo con la piel entera arrugada y un agua salada muy sucia que tarda unos minutos en irse por el caño.







/\\/

1 comentarios:

Anónimo dijo...

encantador relato...