22/4/09

MATRIOSKA EVA


Estaba en la mecedora, indudablemente embarazada, redonda, casi agitada. Miró la colección de souvenirs de su abuela. Platitos de Francia, saleritos de Holanda, un mini Big Ben de Inglaterra, mascaritas de Italia. Y la conmovió a las lágrimas la matrioska de caperuza roja. Ella llevaba en su interior una muñeca, y al igual que ella, hace años su madre la había guardado dentro, y su abuela a ésta, y así. Muñecas dentro de muñecas. Todas las mujeres están rotas y se abren, sintió el punzón, como si Simone se lo susurrara. Dónde estaría la última, primer mujer entera sin división, sin muñequitas en su interior, la pieza primigenia, más pequeña que las demás, pero de una sola pieza.





/\\/

0 comentarios: