15/7/09

DESESPERACIÓN


Inquieto espero a la sombra de una maldición, con acuciante desasosiego me entrego a la desesperanza porque sé que contra ella ni el sueño más lucido prospera. Y en el umbral del ensueño donde te encuentro, donde tomo tu mano para que me lleves contigo, es allí donde el vidrio estalla en las piezas inconfundibles, ejecutoras de mi mala suerte. ¡Cómo deseo verte y tocarte! ¡Cómo deseo que me veas y me reconozcas y al final me aceptes!, pero tu silueta abandona la puerta, dando la media vuelta, y al final te pierdo. La desesperación me hace sucumbir, salgo y te busco, pero ya no te encuentro.





Owik

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