30/9/09

JUEGOS REFLEXIVOS



¿Es mucho pedirte que hagas un planeta que gire sobre tu cabeza?,
- dijo contrariada la hacedora de mundos a su pequeña aprendiz - no te pido algo extraordinario, solamente un mundito, que es tan fácil como humedecer un poco de barro y amasarlo y rotarlo sobre uno mismo hasta que permanece girando indefinidamente - .
Pero la aprendiz parecía no entender esta lección, y muy molesta le contestó que ya no quería jugar con ella, y así, abandonó su imagen decepcionada en el espejo para irse a ver la televisión.







Iván Flores

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