11/9/08

LA CIUDAD RODANTE


Después de mucho meditar, el alcalde de la ciudad con ruedas concluyó que aquellos cinco tornados podrían convertirse en un problema para su población, así que decidió que la maquinaria citadina avanzara en dirección opuesta a las amenazas; mientras avanzaban, muchas personas ajenas a la urbe corrían por caminos diversos procurando sus vidas, inmediatamente el alcalde en base en las buenas costumbres y estatutos religiosos, ordenó que fuesen subidas a bordo; sin control alguno no tardaron en ser más los rescatados que los habitantes, estos se vieron desplazados al punto de tener que bajarse de su peculiar ciudad. La máquina desapareció en el horizonte con los nuevos inquilinos, mientras los citadinos eran engullidos por los trompos de viento. De este modo literal, vieron materializarse la promesa de su alcalde al concederles el cielo por llevar a cabo sus ordenanzas.




Iván Flores

0 comentarios: