3/11/08

PARADOJA


Se trata de una ciudad donde gobierna el orden perfecto, el balance predomina entre hombres, arquitectura y una variedad sin comparación de jardines y arboledas, que cohabitan con su particular fauna en medio de la urbanidad. La gente trabaja, pero la vida supone en primer término que todo ciudadano debe vivir bien antes que acumular riqueza.
Los vehículos son limpios y además limitados, pues las personas prefieren caminar antes que una máquina los trate como inútiles; y cada quien cultiva su educación para provecho personal y tolerancia al pensamiento ajeno.
Pero esta ciudad tiene una preocupación y es que sólo existe en la mente de un pordiosero que habita en una ciudad totalmente opuesta a la de su cabeza, él desconoce tal vínculo cósmico que le utiliza como terreno fértil donde construir lo que algunos hombres anhelan, sólo se preocupa de las cosas más básicas, y hasta se ha cuestionado su existencia a la que ha imaginado poniéndole fin en el cruce más transitado, pero siempre cambia de opinión en el último instante, algo le dice que descanse, que el día siguiente podría ser mejor.
Mientras duerme cálidamente en sueños que no entiende, los habitantes de la ciudad perfecta suspiran aliviados en poder vivir un poco más, gracias a este extraño dios que tienen por creador.




Iván Flores

1 comentarios:

Anónimo dijo...

No soy muy fanatica de los cuentos y menos de este estilo, pero creo ke escribes muy padre.