Cerré la puerta de la habitación. Con algo de inquietud cargue a mi hija. Para distraerla jugamos a encontrar rostros en las puertas de madera. Ella encontró un oso, una nube, una hormiga. Yo, apenas y veía siluetas.
Con gran frenesí gritó: ¡un ángel, un ángel! Sólo vi unas vetas curvas con negro, pero un vano trazo comenzó aparecer.
- Mira - ella vio detenidamente – ¡se parece a mamá!
Sí, era el rostro. La bajé y corrió a la cama.
–Mamá, mamá, te encontramos en la puerta.
Al tiempo que ella avisaba de su descubrimiento, yo veía como el rostro de mi amor se dibujaba.
-Papá, ¿por qué mamá no despierta?
Aarón I. Campos
2 comentarios:
Me gustó mucho. Felicidades.
Axel
Otro chiste!!
Mamá, mamá huele a muerto!!
mamá??? mamá??!!!
jajajajajajajaja
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