Érase que se era un crítico literario, el mejor de todos, el más ilustrado. Pero noche a noche sufría de terribles pesadillas: Soñaba que los escritores habían desaparecido y comenzaba a arrancarse los cabellos y luego, uno a uno, los pelos de los huevos. Despertaba en su agónica agitación y corría a la cocina por un vaso de Greimas.
Danner González-Bravo
1 comentarios:
amigo, que cosas escribes!!
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