6/10/08

MINUTOS


Sentados en una gran loma con mira a la ciudad, conversaban padre e hijo en un panteón.
–Papá, qué bueno que me trajiste mi suéter favorito.
–Sí, supuse que te daría frío, deberíamos apresurarnos, tu madre debe estar esperando.
–Aquí me gusta, además, mi mamá siempre me va a esperar.
Ambos ríen. El niño se levanta y corre hacia el peñasco, su papá se apresura tras él y grita:
– ¡No corras, te puedes lastimar!
Minutos después el hombre mira hacia lo hondo y sonríe con benévola mirada, baja tranquilo hacia la pequeña tumba y acomoda cuidadoso el suéter.




Sagrario Callejas

1 comentarios:

just Manolo dijo...

Vaya no pensé que esa fuese la conclusión, me saco de onda y me entristeció un poco, pero esta padre. No conocía este blog, esta muy chido, saludos a todos.