29/10/08

CONVERSACIONES DE RUTINA


Casi pedida de la carta se sirve sobre la mesa una plática de plástico mudo. Parece una falsedad, pero eso sí, una aceptada consensualmente, una de esas que ayudan a simular la silueta de una conversación cuando en realidad no se habla. Así, todos se sienten a salvo con el trasero pegado a la silla y la boca llena. Hay tiempo para bostezar y revisar la última llamada que registra el móvil.
Codo con codo y tan lejos entre sí. Se miran y tal vez piensan: “digamos algo”; pero en general sólo sonríen, son amables. Por fin alguien habla, aunque poco se escuchó lo que dijo. Alguien pronunció: “sueño”, eso es seguro, pero, ¿cómo fue usada la palabra?: ¿como la evasiva perfecta ante una realidad oxidada?, ¿como algún hijo del cansancio?, ¿como nuestra utópica esperanza en el futuro? Nadie aclara el punto.





Gabriel Gutiérrez-Ferri

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