15/12/08

DICEN...


Cuenta la historia que los barcos tenían unas patas de madera muy resistente, las bestias arenales se mantenían de la energía que ésta les proporcionaba y la armonía que se sentía en los pies al meterse en ella era incomparable.

Hubo una bella esclava de azules ojos que pertenecía al reino del mayor arenal de aquel entonces. Vivía en un castillo grande y exuberante, el sol iluminaba complaciente, pero se sentía presa.

Estaba harta de su situación, quería ser libre. Entonces fue con el Rey y le expresó todo su resentimiento. Él se enfadó, y mandó a atarla con cadenas al viejo muelle donde los barcos zarpaban, como castigo por su altanería.

Sufrió mucho, pasó días y noches eternas suplicando por su vida, nadie acudió a su llamado. Lloró sin parar hasta cubrir la arena de lágrimas, formando así el mar. Las cadenas se royeron y su alma encontró la libertad. Dicen que cuando se enfada provoca fieras tormentas que sumergen a los marinos y también dicen que si navegas por el mar oscuro puedes hallarla en forma de una hermosa bestia marina. Quien sabe, se dicen tantas cosas.






Sagrario Callejas

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