23/3/09

CAMINO REAL


Se abrieron las horribles y pesadas puertas de metal, para luego conducirla, creía ella, a su destino final. Pobre Camila, maniatada como siempre… tenía que enfrentar uno de sus más grandes miedos y ni siquiera lo haría sola: la acompañaban sus padres, el “botones”, su soledad y su temor, a quienes era mucho más difícil evitar y quienes, también, ocupaban más espacio en aquél estrechísimo lugar, el cual, ya había acabado con toda posibilidad de escape. PB – 1, quería llorar. 1 – 2 – 3, el mareo. 3 – 4, desconsuelo y asfixia. 4 – 5, se abrieron las puertas y… subió. Ahora el descenso: nace y muere de nuevo. 5 – 4 – 3 – 2 – 1 – PB.









Cristina Sousa

2 comentarios:

Erick dijo...

Siii, todos morimos un poquito en los exámenes de matemáticas, mareos, asfixia y demás, espero no sea esta interpretación la correcta, pues me gustaría que me explicaras que quisiste decir
saludos

Cristina Sousa dijo...

Era sobre la fobia a los elevadores, más bien.
Saludos!