24/3/09

RESURRECCIÓN


Luchó contra su sombra desde siempre, por eso tropezaba, por eso nada veía y es que ella lo succionaba, lo atraía manteniéndolo ciego, sordo, mezclando su nunca con su jamás. / Un día, derribado, dio la cara al sol y olvidó toda su debilidad al descubrir el mundo de luz que crece con la conquista. Y terminó la lucha. Y se hermanó con cuanto le rodeaba. / Atraída por su fuerza, la sombra lo admiró y se fusionó con él haciéndose "uno" en plena luz, y durmiendo por él cuando las penumbras pretendían darle oscuridad. Así, el hombre ya jamás caminó solo.





María Esther Cardeña Gasca

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó el concepto pero no el como lo resolviste, quizás pudiste sacarle mejor provecho, de cualquier manera te felicito y espero ver más cosas tuyas