Una ocasión ella puso una coma antes de irse a la cama. A la noche siguiente se encontró con tres puntos suspensivos puestos por él. Despertaron entre comillas y llegaron a dormir entre paréntesis. El punto final estaba cerca. Tras un guión largo, semejante a un fin de semana sin fin, ella puso dos puntos sobre la mesa. Tras tanto signo de puntuación lograron hacerse de palabras y poco a poco borrar frases e incluso párrafos mal habidos. Le dijeron adiós a cualquier cosa encerrada entre ¿? o ¡! y de todos los números posibles prefieren sumarse hasta el 69. Ya no usan nada que no entrelace vocales con consonantes.
/\\/
2 comentarios:
Eso es un discurso, quién dice que la gramática no es amor...
felicidades
maliyel
A veces, en una conversación me dan un disparo de sentido. Así sucedió. en el bla bla bla, un amigo dijo: se hicieron de palabras, y paf... uno que no esquiva la bala se va con su herída a "otra parte" a sanarla con los curitas a la mano.
/\\/
Publicar un comentario