12/2/09

CASI UN FRACTAL



Era una hermosa pelirroja. Su cabello ondeaba ígneo en el aire a causa del sol matutinal que se colaba por la ventana y el insistente vaivén de sus caderas sobre mi cuerpo desvelado. Cada rizada hebra se extendía en el espacio: oblongas olas de calor sobre la acuosidad de mis ojos. Era ese instante y nada más, lo que me mantenía despierto y, acaso, feliz. Satisfecha, agotada, se desplomó sobre mí apagando su cabello hasta volverse brasa somnolienta. Ávido de la magia de aquel instante de fuego, cogí la escopeta en un acto paroxístico e imprimí su gesto de terror en la descarga. Las gotas se dispersaron innumerables en el espacio, repitiendo al infinito ese fuego en el instante en que el sol matutinal se colaba por la ventana. Era una hermosa pelirroja.






Aldebarán Toledo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como imagen, una belleza. Literariamente, eliminaría adjetivos y explicaciones. Depuraría, permitiría más juego al lector (si es paroxismo, que sea paroxismo compartido, no impuesto por el escritor). Enhorabuena!!!

Anónimo dijo...

Este tipo de comentarios me agradan. Sí, yo mismo pensé que están "sobreadjetivados" varios elementos del relato, pero la intención de eso era remarcar la atención del protagonista/narrador en el detalle fugaz del cabello y las gotas. Gracias por la opinión, anónimo. [Aldebarán Toledo]