6/2/09

DELINCUENTES POR NATURALEZA


Hace 20 años el hecho de saber que iba a parir un bebé la volvió delincuente en su nuevo trabajo, tres meses atrás, cuando entró, no sabía de su condición.
Uno nunca sabe los resultados de pequeñas acciones, esos impulsos-bola de nieve, que hacen que las cosas giren y cambien.
Era joven en aquel entonces y empuñó la pluma, sus palabras volaron hacia un diario que imprimía enormes tirajes de las primicias políticas de un gran fraude electoral.
Esa mísera contribución a las letras de imprenta la transformó. Las palabras tienen plumas y con ellas se vuela. Y transformó también la Constitución Política, quedando superada en este país la “natural consigna” de que “para trabajar las mujeres debían tener carta de no gravidez” y si no lo declaraban, eran delincuentes. Nunca pisó la cárcel, su delito ahora estudia la universidad.







Colibrí de Caranalio

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