18/2/09

FINAL ABIERTO


Pienso ahora, por ejemplo, en un libro de final abierto pero no dentro de las estructuras canónicas de la teoría literaria, sino que, llegado el momento, al libro en realidad le falte la página decisiva como lo soñaron Cervantes autor del Quijote y Borges, autor de Pierre Menard autor del Quijote; o en relatos que transgredan los métodos carverianos de mantener a la expectativa al lector y que llegado el momento que el autor juzgue necesario, o que simplemente no quiera seguir, pueda escribir libremente: “Aquí termina mi relato. El final puede ser el que usted quiera. A mí me importa poco.” O dejar unas líneas, literalmente unas líneas, o unas páginas en blanco: “Estimado lector – ó – grandísimo lector hijo de puta, escriba usted aquí lo que le plazca, mate al protagonista, reflexione, vuélvalo yucateco o puto o terrorista. Allá usted.





Danner González-Bravo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen intento; no estoy muy seguro del resultado. Se revela el intento de cuento ensayístico a la Borges (y encima citando al autor como si no fuera ya muy obvio). Luego el lenguaje "rudo" del final: un intento de restar (y paradójicamente amplificar) la sublimidad del acto literario. ¿O caí en la trampa del autor y esto que escribo es un final de lo que se dejó abierto?

Anónimo dijo...

De nuevo olvidé firmar: Aldebarán Toledo.